La Cinemateca Boliviana fue escenario de un encuentro internacional que resaltó el rol de las políticas culturales en el fortalecimiento de la industria cinematográfica latinoamericana.En el marco de la Semana de Proyecciones del Bolivia Lab 2025, se realizó la charla magistral “Fondo de Producción y Políticas Culturales de Cine”, dirigida por Sheila González, representante del programa Panamá en Pantalla . La actividad, que tuvo lugar en la Cinemateca Boliviana, congregó a cineastas, gestores culturales, estudiantes y público en general, interesados en conocer las experiencias de Panamá en la creación y consolidación de políticas públicas que han impulsado significativamente la producción cinematográfica en su país.
Sheila González es gestora cultural y especialista en políticas de cine, ha trabajado activamente en el diseño y aplicación de programas de fomento al audiovisual en Panamá. Su trayectoria la ha llevado a participar en foros y festivales internacionales, aportando su visión sobre el rol del Estado y las instituciones en el fortalecimiento de la industria cultural. Como representante de Panamá en Pantalla Grande, impulsa la articulación de la producción local con circuitos regionales e internacionales, contribuyendo a la internacionalización del cine panameño.
La Semana de Proyecciones, parte esencial del Bolivia Lab en su 17ª edición, no solo busca mostrar películas de diversos países de Iberoamérica, sino también generar espacios de diálogo que fortalezcan las capacidades de cineastas emergentes. Este año, con Panamá como país invitado de honor, las actividades incluyeron proyecciones, conversatorios y charlas magistrales que abordan el cine no solo como arte, sino también como motor cultural y económico.
La exposición de González giró en torno al fondo de producción cinematográfica panameño, un modelo que ha permitido financiar y visibilizar decenas de proyectos en los últimos años, contribuyendo a que el cine panameño tenga presencia en festivales internacionales y logre establecer vínculos con otras cinematografías de la región.
“Las políticas culturales no son solo un respaldo financiero, sino una declaración de que el cine es memoria, identidad y motor económico para nuestros países”, señaló González. Además explicó cómo el desarrollo de un marco legal y el compromiso de instituciones estatales han sido determinantes para dar sostenibilidad a la producción audiovisual. Subrayó la importancia de que las políticas públicas se diseñen de forma inclusiva, dando espacio a jóvenes realizadores, comunidades indígenas, mujeres cineastas y producciones independientes, que muchas veces carecen de recursos para llevar sus historias a la pantalla.
La charla magistral abrió un debate enriquecedor sobre los retos que enfrenta el cine boliviano y latinoamericano. Participantes destacaron la necesidad de impulsar políticas similares en Bolivia, donde la producción audiovisual se sostiene mayormente en esfuerzos individuales o colectivos independientes.
La interacción entre González y el público fue dinámica, marcada por preguntas sobre financiamiento, modelos de gestión y la relación entre Estado y sector creativo. El intercambio de ideas dejó en claro que el cine latinoamericano enfrenta desafíos comunes, pero también cuenta con una riqueza cultural compartida que lo convierte en un terreno fértil para la colaboración internacional.
La charla de Sheila González se enmarca en una agenda que también incluye proyecciones internacionales, mesas de diálogo y encuentros con invitados de alto nivel. El cierre de la Semana de Proyecciones contará con actividades culturales que integran cine,y música , reflejando la riqueza de la diversidad iberoamericana.
“El cine se construye colectivamente, y espacios como el Bolivia Lab nos recuerdan que América Latina y el Caribe tienen historias poderosas que merecen ser contadas”, González.
El diálogo con Panamá no solo permitió conocer un modelo exitoso de políticas culturales, sino que abrió la posibilidad de cooperación entre instituciones y cineastas de ambos países. Este tipo de encuentros confirman que la articulación regional es clave para garantizar que las películas latinoamericanas encuentren un lugar en las pantallas del mundo.